20250312. Evolución de los conocimientos y la formación en la producción de los alimentos aplicando nuevas tecnologías, desde el mundo universitario. Rodrigo A. Pinzón Díaz en “Desarrollo Rural” nº48.
La revista “Desarrollo Rural” es una publicación anual editada por CEIPREX (Centro Europeo de Información y Promoción de Extremadura) que se enfoca en temas de desarrollo rural y actualidad europea, con especial énfasis en Extremadura. Esta revista sirve como un foro de debate y análisis sobre la actualidad europea y el mundo rural extremeño, y ha sido publicada durante más de dos décadas.
Europe Direct CEIPREX-Extremadura forma parte de la estructura de ADERCO y pertenece a la red de información europea Europe Direct de la Comisión Europea y cuenta con la financiación de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible y de la Comisión Europea.
La revista “Desarrollo Rural” en su número 48, publicado en enero de 2025, en las páginas 13 a 26 recoge una colaboración de Rodrigo A.Pinzón, Director de la EIA, cuyo contenido es transcrito a continuación.
Evolución de los conocimientos y la formación en la producción de los alimentos aplicando nuevas tecnologías, desde el mundo universitario.Rodrigo Alonso Pinzón Díaz, Director Escuela de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Extremadura. |
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La Escuela de Ingenierías Agrarias de Badajoz es el centro más antiguo de carácter universitario en Extremadura y tiene su origen en la Granja Escuela Agrícola inaugurada por S.M. Alfonso XIII en 1905.
La diputación provincial de Badajoz cedió la Granja Escuela al Ministerio de Agricultura, siempre que en ella se mantuviese un centro de enseñanzas agrícolas. Como centro universitario se comenzó con las titulaciones de Ingeniería Técnica Agrícola, posteriormente se añadió la titulación superior de Ingeniería Agronómica y desde entonces ha seguido creciendo hasta la actualidad, en la que se imparten los actuales grados de Ingeniería de las Explotaciones Agropecuarias, Grado en Ingeniería Hortofrutícola y Jardinería y Grado en Industrias Agrarias y Alimentarias, Máster habilitante para Ingeniería Agronómica, junto con la titulación de Grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Actualmente esta última se imparte de manera conjunta con la Universidad China de Chongqing.
La formación académica se amplía con los Másteres Universitario en Investigación e Ingeniería y Arquitectura y el Máster Universitario en Gestión y Calidad y Trazabilidad de los Alimentos de Origen Vegetal. La Escuela de Ingenierías Agrarias cuenta con el sello EURACE.
La Escuela de Ingenierías Agrarias trabaja sobre los dos principales factores que influyen en el nivel y la calidad de la producción agrícola: la disponibilidad de recursos naturales y las características de nuestra zona de producción.
Históricamente en el inicio de la agricultura (agricultura 1.0) nos permitió aprovechar la tierra, como base de la producción propia de los alimentos, permitió a la humanidad introducir cambios tan trascendentales como el sedentarismo y la formación de poblaciones que han marcado por completo el desarrollo de la historia del ser humano.
Pero lo más importante para la agricultura, es que los agricultores puedan producir alimentos en función del uso de los recursos naturales, así como de los condicionantes principales: clima, suelo y el agua.
Los factores que influyen en ese proceso de producción alimentaria suelen estar influenciados por otros factores como plagas, precios, disponibilidad de insumos agrícolas y la capacidad de los agricultores para obtenerlos, la estabilidad política y la paz.
Nuestras enseñanzas buscan adaptar los conocimientos de una agricultura moderna que se caracteriza por hacer uso de la tecnología para ser más eficiente y productiva, tanto en cantidad como en calidad.
Pasamos a la agricultura 2.0 donde la mecanización del campo es ya una realidad, se pueden modificar los condicionantes agrarios, y se comienza la digitalización, ya son numerosas empresas las que están ofreciendo sistemas de control basados en BIG DATA.
Entre 1990 y 2010, tenemos la aparición de la agricultura 3.0. Esta etapa se caracteriza por el inicio de la automatización y la recolección de datos para aumentar el rendimiento de los procesos agrícolas. Junto con esto, también comienza una preocupación por el medio ambiente debido a los daños sufridos en años anteriores por la expansión desenfrenada de la agricultura.
Y actualmente, aunque quizá pueda parecer un concepto futurista, estamos en la agricultura 4.0 en muchos aspectos ya está presente en la rutina diaria de los agricultores, como drones, tractores autónomos, sistemas de guiado GPS, software de riego, de clima, de aplicación de fertilizantes en función de las necesidades específicas del cultivo, zona y estado parcela, internet de las cosas y lo último la inteligencia artificial.
En definitiva, hemos evolucionado de la agricultura 1.0 pasando por la 2.0 y 3.0 hasta llegar a la agricultura 4.0, donde se trata de la tecnología digital como aliada para la realización de procesos agrícolas más productivos, autónomos y eficaces. Desde el tratamiento del suelo para un cultivo, abonado específico en función de la necesidad de la zona de cultivo, hasta la recolección de una cosecha de alta calidad.
Al igual que las fábricas, el sector agrícola también ha pasado por otras etapas de evolución antes de llegar a la agricultura 4.0.
Uno de los objetivos fundamentales en la enseñanza agrícola, es la adaptación del campo a las nuevas tecnologías de la nueva agricultura 4.0.
Saber qué es la agricultura 4.0 incluye también conocer sus herramientas más destacadas. El sector agrícola ha evolucionado tanto tecnológicamente, que es prácticamente imposible mencionar todas las innovaciones que intervienen en la cadena de producción. Sin embargo, hay algunas tecnologías que se destacan por contribuir significativamente durante el proceso de cultivo.
Entre estas nuevas tecnologías están los drones, los drones agrícolas ya son capaces de identificar ataques de plagas, falta de riego, fallos en la plantación e incluso el seguimiento de animales.
Los tractores autónomos mediante sensores tecnológicos e inteligencia artificial, los tractores ya pueden realizar sus funciones de forma autónoma en el cultivo, es decir, no necesitan un operario que guíe la máquina.
Software para la toma de decisiones, estos son soluciones desarrolladas por Agtechs que analizan diferentes factores para ayudar al agricultor, en temas como finanzas, clima, fertilizantes, plagas y algunos otros elementos que el cultivo puede necesitar durante el periodo de siembra.
La revolución verde nos trajo el descubrimiento de nuevos recursos en la agricultura, como los fertilizantes de síntesis o las variedades híbridas y, por supuesto, por la mecanización de la mayor parte de las tareas agrícola, como medida para paliar la escasez de mano de obra y adaptándonos al mundo actual.
Este concepto de agricultura moderna o agricultura 4.0 se enfrenta a un reto sin precedentes: ¿Cómo suministrar alimentos a los 9.000 millones de personas que poblarán el planeta tierra para el año 2050? Esto supone producir un 60% más de lo que se hace en la actualidad. Todo un desafío si además tenemos en cuenta factores como el cambio climático.
En la práctica, esto significa una gigantesca combinación de tendencias y datos en tiempo real. La información extraída de este proceso sirve de guía para que los productores tomen decisiones más acertadas en sus empresas agrícolas. Además, está la automatización de funciones a gran escala a través del Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial.
Pues bien, la agricultura que transmitimos se enfoca en responder a esta demanda. Para ello emplea tecnología e innovaciones destinadas a reducir y optimizar el uso de los recursos naturales y que esas acciones además de ser productivas sean respetuosas con el medio ambiente a partes iguales.
Proteger los elementos naturales que hacen posible la producción agrícola es básico:
Conservación del agua: aunque parezca paradójico, pues vivimos en el planeta azul, la disponibilidad de agua para su uso es limitada. Esta es una situación crítica, pues se trata de un recurso imprescindible no solo en la agricultura sino también en la industria o en la producción energética y, por supuesto, en el consumo humano y de otros seres vivos. Por este motivo, en agricultura –que consume el 70% de toda el agua dulce disponible– es fundamental aprovechar cada gota. La agricultura moderna planta cara a este reto con el desarrollo de sistemas de riego inteligente, de dosificación, y de detección de las necesidades hídricas de las plantas mediante sensores. También reduce la evaporación del agua en balsas de riego mezclando el sombreo con paneles solares y diferentes geometrías.
Protección del suelo: quizá el concepto de “agricultura moderna” aplicado a la protección del suelo evoque enormes invernaderos con cultivos hidropónicos automatizados e interminables estanterías verticales. Nada más lejos de la realidad. La agricultura moderna se centra en proteger el suelo que ya tenemos. ¿Por qué? Porque tiene tres características fundamentales: es el mejor suelo productivo, disponemos de grandes superficies del mismo, y es gratuito. Por eso la agricultura moderna trabaja para conservarlo y mejorar sus capacidades.
Conservación de la energía: la agricultura consume una gran cantidad de recursos energéticos. Estos son imprescindibles para regar, fabricar fertilizantes, o bien para la propia actividad de cultivar. Por eso la agricultura moderna debe pivotar hacia formas sostenibles de utilizar la energía. Buenos ejemplos de ellos son la utilización de energía solar, o los primeros prototipos de tractores eléctricos, y utilización de biomasa, con restos herbáceos y leñosos.
¿Cómo influye la formación agrícola en la actualidad?
La Escuela de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Extremadura tiene titulaciones de una gran demanda, donde nuestros egresados se encuentran con plena empleabilidad. Incluso encontramos por parte de las empresas de una gran demanda de profesionales que estén muy cerca de terminar su formación.
Formamos profesionales que trabajan en distintos campos: en la producción de los alimentos, en energías renovables, en uso racional del agua, biotecnología agrícola, agricultura vertical, agricultura de precisión, drones o agrobots, consultores digitales, calidad y control alimentario y mejora de la calidad de los alimentos, seguridad alimentaria, diseño de maquinaria agrícola eficientes y sostenibles, analistas de datos para optimizar la producción y la gestión de cultivos, I+D en agricultura contribuyendo a la innovación en la agricultura y la biotecnología, estudios de impactos ambientales. Con capacidades de realizar actividades de cuenta ajena, cuenta propia, gerente, director de proyecto. En fin, multitud de capacidades que tienen nuestros técnicos, nuestros ingenieros, que salen al mercado profesional con una formación envidiable.
La Escuela de Ingenierías Agrarias en su formación procura siempre ser partícipe de esas sabias palabras de Cicerón, donde dice: la agricultura es la profesión del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre.